Antes de sumergirte en el festival de párrafos, es menester que sepas que en abril de este año yo solo me limitaría a relatar la historia de mi primer encuentro y reencuentros con una canción de Susanna Hoffs, interpretada por ella junto con las demás miembros de The Bangles (Michael Steele, Vicki Peterson y Debbi Peterson).
Sin
embargo, con el pasar de las semanas, al fusionarse con la actualidad la serie
de experiencias de vida y hechos que comenzaron por esa canción hace más de dos
décadas, me inspiraron a hasta enunciar una premisa: El Efecto Hoffs (Hoffs Effect).
Dicho
Efecto, la denominación más idónea que concebí para entender y poder explicar la
sublime esencia de Susanna Hoffs que
incluso me ha hecho lograr escribir acerca de ella sin jamás haberla tenido al
frente -ni como público en alguna de sus presentaciones- y con apenas unos
meses sabiendo de su existencia.
¿Quién es Susanna Hoffs?
Para
responder dicha interrogante, fácilmente yo podría haber apostado por ahondar
en los datos disponibles en Wikipedia y/o en páginas web especializadas a los
que acudí en un momento, sí; pero en
vista de mi planteamiento con esta publicación, si lo hago ahora sería un
fraude.
Así
que Susanna Hoffs, nacida en California (Estados Unidos), es una cantante,
guitarrista y compositora que además es miembro fundador y voz líder del grupo
The Bangles.
Eso
lo sé desde abril de este año; y antes, además de no estar al tanto ni de su
existencia y mucho menos de su banda, a Susanna Hoffs la había imaginado de
manera errónea y no me interesaba saber quién era, pero por designios de Dios,
del destino, las estrellas –dependiendo a las creencias- su nombre, imagen y
voz no han dejado de estar presentes de manera especial en mi vida.
Incluso,
hasta yo me atrevería a ilustrar el asunto citando a The Beatles con “Penny Lane
is in my ears and in my eyes”. Sí, así.
Y
es que durante estos meses, la mayor parte de saber acerca de la californiana ha
sido de manera fortuita.
Simplemente,
se han posado frente a mis ojos publicaciones en las redes sociales con temas relacionados
con su carrera como solista y/o con The Bangles, anécdotas, fechas y reseñas de
sus presentaciones, entre otras cosas, como, por ejemplo, el hecho de que
Susanna Hoffs también ha tenido
participación en el cine.
En
ese sentido, confieso que en algún momento leí el nombre de Susanna Hoffs junto
con la palabra actriz; no recuerdo dónde,
pero lo importante es que gracias a la entrevista que le hizo Lori Majewski a Hoffs en su show "Fierce: Women In Music"
transmitido por SiriusXM, supe que la cantautora
apareció en la trilogía de Austin Powers,
dirigida por Jay Roach, quien por
cierto es esposo de Hoffs. (Esto último lo supe por el tuit de ella del 21 de
agosto).
Allí,
interpretando al personaje Gillian
Shagwell, Susanna Hoffs compartió plató con Mike Myers y Matthew Sweet
como integrantes de la banda Ming Tea
con la que previamente ya habían realizado presentaciones en público.
Y
ya que he mencionado a Matthew Sweet, imposible dejar pasar por alto que
Susanna Hoffs junto a él ha grabado estupendos covers; entre ellos, ‘Different Drum’, ‘Killer Queen’, ‘Care Of
Cell 44’ y ‘Run To Me’ que me engancharon de inmediato cuando los encontré
iniciando mi travesía con la música de Hoffs.
Ahora
bien, comenzando por el texto “Vol.2”
en el arte de la caratula del CD que
aparece en el vídeo publicado en YouTube de ‘Killer Queen’, ya yo podía intuir que había un álbum previo y posiblemente otro u otros posteriores, pero hasta
ahí.
No
obstante, hace unas semanas en Twitter,
Patrick Hemming (@Littleelvis40), quien es el host de “Deep Dives” en
DailyBoom.net, me hizo saber que son tres álbumes.
Esto, tras comentar mi respuesta al tuit de Cate Meighan (@CateDailyBoom), en
el que se preguntaba: “¿Cuáles son tus
duetos o colaboraciones favoritas?”.
Allí,
yo me referí a dos de los covers de Hoffs y Sweet (‘Different Drum’ y ‘Killer
Queen’). Y a los minutos, Hemming me comentó: “Tienen (Hoffs y Sweet) 3
álbumes de duetos fabulosos que cubren los años 60, 70 y 80s”.
Y
en lo que respecta a la carrera como solista
de Susanna Hoffs, antes de entrar en materia debo confesar que he alucinado con
casi todas las canciones que he
escuchado hasta ahora, en especial con ‘Always Enough’ (más adelante el porqué
de esto).
Además
de dicho tema, títulos como ‘Raining’ y ‘Picture Me’, así como los covers de ‘You
Were On My Mind’ y ‘Never My Love’ son estupendos. Del segundo -muy especial
también- no tengo idea si estará en algún álbum porque supe que existía hace unos
días por el vídeo de una presentación en
vivo que se me coló en YouTube.
Así,
pues, me atrevo a decir que hablar de Susanna Hoffs con The Bangles –ciertamente-
significa hablar de éxitos musicales
–entre ellos la canción que amo y que me trajo hasta aquí- así como excelentes performances y muchísima adrenalina,
pero referirse a Hoffs como solista es –verdaderamente- otro nivel.
Pero
bueno, hasta aquí mis gustos.
Susanna
Hoffs en solitario tiene un nutrido e interesantísimo compilado de canciones; algunas
de ellas hasta en versión Ragtag y
propuestas fascinantes en acústico,
entre otras.
Hasta
hace poco fue que tuve claro el número de álbumes que Hoffs ha lanzado, pero hay
uno en específico titulado “Someday” cuyas canciones he tenido la oportunidad
de explorar una a una y es verdaderamente brillante; tan brillante como los
anteriores y –seguramente- como el que viene en camino.
¿Un
nuevo álbum de Susana Hoffs? Sí.
Hace apenas unos días me enteré de esto; y con bochorno incluido, por cierto. ¡Qué
vergüenza! Fue un literal “¡Trágame,
tierra!”.
Y
es que el año pasado, específicamente el 27 de abril, Susanna Hoffs anunció por
Twitter que había comenzado a grabar su nuevo álbum; luego, el 06 de junio, la
californiana posteó un vídeo -en la misma red
social- mostrando parte de uno de los procesos de creación de su nueva producción discográfica.
De
todo eso me puse al corriente gracias a Ethan (@EthanSVG) a quien cariñosamente
comencé a llamar “my #JediMaster” porque es un sabio apasionado fan de Susanna Hoffs y The Bangles.
Además, él es una de las estupendas personas que integra a la “Super Familia Bangles”
de la que –ineludiblemente- hablaré más adelante.
¿Qué otras cosas hace Susanna Hoffs?
Definitivamente,
si en lugar de escribir yo me hubiera aventurado a ilustrar a Susanna Hoffs, el
resultado habría sido una caja de
sorpresas.
Y
es que en adición a pensar que Susanna Hoffs hace magia con la música por
aquello que me pasó con su canción hace más de 20 años y lo que he
experimentado desde aquel entonces hasta estos días, jamás imaginé que con esa
línea “I like to make things” (Me gusta
hacer cosas) en la biografía de su perfil en las redes sociales (Twitter e Instagram), ella se estaría refiriendo además a sus aptitudes
en otros artes, como en el de la Literatura,
por ejemplo.
Pues,
sí. Aparte de ser miembro fundador de una exitosa banda, cantar, componer
canciones, hacer y participar en maravillosos covers, tocar la guitarra –seguramente otros instrumentos- y
aparecer en el cine, Susanna Hoffs escribe libros.
De
esto me enteré por el tuit de Ethan citado anteriormente. “Sue también está trabajando en un álbum y un libro”.
Pero
no todo quedó ahí.
Como
verdaderamente me sorprendió esta otra faceta de Hoffs, aposté por pedirle más
información a Ethan. Él me respondió: “¡Desearía
saber más sobre el nuevo libro de Sue!”, revelando además que se trata de
una novela y no de una autobiografía.
Lo
admito, saber que Susanna Hoffs también es escritora me
dejó una pequeña espina de curiosidad. Así que tiempo más tarde, aproveché una
comunicación con Ethan para ahondar un poco más en el asunto.
No
fue mucho lo que pregunté, la verdad; simplemente si se trataba del primer libro de Susanna Hoffs.
El
sabio fan no solo me respondió que sí, sino que además que la voz líder de The
Bangles ha escrito otras obras
literarias pero no las ha publicado.
En
ese ínterin, recordé que la página web de Susanna Hoffs había sido mi pista de despegue hacia sus redes sociales.
-¿Cómo no me di cuenta en aquel momento que
Hoffs tiene también talento en la escritura? -me pregunté a mí misma, ya
que en dicho portal hay una sección llamada “Thoughts” (Pensamientos), en la que yacen pequeños pero muy sustanciosos
textos acerca de la música, arte, independencia, ageísmo y estilo de vida.
Dichos
textos, están redactados en primera persona, por lo que es obvio que ha sido la
propia Hoffs quien los ha escrito.
![]() |
Aún no tengo claro si se trata del portal oficial de Susanna Hoffs o un sitio dedicado a ella (www.susannahoffs.com) |
Y
hablando de arte.
Para
lograr tanto el pantallazo como la reseña de la sección “Thoughts” del sitio web de Susanna Hoffs, claro está
que tuve que volver a entrar; y confieso que aparte de no poder evitar las
ganas de explorarlo nuevamente, me encantó muchísimo rencontrarme con esos
“pensamientos” acerca del arte.
Y
es que dicho texto me dio la oportunidad de intuir que en ese “me gusta hacer cosas” de Hoffs podrían
estar también las acciones –en tiempo presente- de pintar sobre lienzos,
dibujar y bailar, e incluso modelar esculturas.
Así,
pues, quedaría claro que difícilmente a Susanna Hoffs se le podría imaginar aburrida
en algún momento.
Incluso,
en adición a todo lo que concretamente está haciendo Hoffs, ella ya debe estar
ensayando -o próxima a hacerlo- para su próxima presentación con The Bangles en KAABOO Del Mar 2019 que se desarrollará el 15 de septiembre, en
San Diego, CA (Estados Unidos).
Por
cierto, con respecto a dicho evento, es imposible no mencionar que estarán
sobre el escenario las cuatro Bangles
originales (Susanna Hoffs, Vicki Petterson, Debbi Peterson y Annette
Zilinskas).
Esto
último lo supe en voz de la propia Hoffs en su entrevista en "Fierce:
Women In Music".
¿Cómo es Susanna Hoffs?
Al igual que con las
interrogantes anteriores, lo más idóneo para responder ésta sería que yo
hubiera indagado reseñas de otros autores o en el mejor de los casos lograr
estar frente a frente a Susanna Hoffs y buscarle conversación. Esto último,
como que imposible porque ella ni sabe que existo.
No obstante, el
saber cómo es Susanna Hoffs -basándome en mi premisa- se ha tornado fascinante porque
ha sido un recorrido en el que me he encontrado con lo superfluo, neutro e
interesante hasta con lo divertido y conmovedor, a través de textos, fotos,
vídeos y audios.
Y lo mejor de todo
eso, es que ha sido como el 98% del contenido expuesto aquí: sin yo escudriñar.
Simplemente ha aparecido material frente a mí, lo leo/veo/escucho, analizo y
apuesto a mi intuición. El 2% restante pertenece a lo que indagué cuando supe
de la existencia de Susanna Hoffs y a las preguntas obligatorias que he tenido que
hacer para sustentar información.
Ha sido estupendo, la
verdad.
Por ejemplo, el
hecho de percibir a Susanna Hoffs en distintas épocas de fama. Me refiero a ella
como Bangle en los 80s, solista en los 90s, Bangle nuevamente a inicios del
2000 y solista/Bangle en años más recientes hasta la actualidad.
Obviamente, como
todo, cada una de esas épocas tiene su esencia particular, pero ha habido un factor
que es –definitivamente- encantador: lo tan humana que se presenta Susanna
Hoffs.
A excepción de los
80s, ha sido alucinante percibir a Susanna Hoffs tan sencilla, sin los
“despliegues” de vestuario y/o alguna llamativa peculiaridad que normalmente se
ve en la mayoría de las estrellas de la música y muchos celebrities.
Susanna Hoffs es meramente
ella, su voz, su guitarra et voilà !
Y es que sin yo ser
analista de conducta humana, eso de Susanna Hoffs me insinúa autenticidad, mesura y humildad; esto
último, reflejado también en el hecho de estar alejada de cualquier
manifestación de ego que le reste supremacía a su mensaje: la música.
Incluso, haciendo
referencia a los 80s, década de oro para ella junto a las otras tres Bangles, llama
la atención ver a una Susanna Hoffs totalmente punk en el escenario haciendo vibrar a miles de personas y
“embrujando” a la lente de la cámara, pero al momento en el que los micrófonos
no han estado para cantar y tocar la guitarra, es una cosa totalmente distinta.
Realmente no sé si
es por timidez o porque a la californiana no le gusta/gustaba mucho hablar frente
a las cámaras, pero esto es un detalle que hasta me ha sacado sonrisas y poner
cara de “wtf”.
Sí, es un asunto
curioso y ojalá en algún momento yo logre aclararlo, así como otros aspectos de
Hoffs en versión Bangle –en todas sus épocas de fama, por cierto- que han sustentado
mi intuición con respecto a lo del ego y la humildad, así como autocontrol y tolerancia en momentos de hostilidad.
Por otra parte,
imposible no mencionar la actividad de Hoffs en las Redes Sociales. Es a
cuentagotas, sí, y con publicaciones muy sencillas, pero empapadas de amabilidad, simpatía y hasta de mucha ocurrencia.
En ese sentido,
merecen ser recordadas publicaciones como aquella foto en Instagram, en la que
escribió “Uno debe tener una buena
postura cuando se es una cabeza más pequeña que el resto”, refiriéndose a las
demás Bangles; o en Twitter, la imagen de su primer meme con la lámpara; y el
más reciente, ella con un atuendo de muchas plumas.
Concerniente a la primera
publicación, he obtenido de la propia Susanna Hoffs una referencia acerca de su
estatura: ella pertenece al grupo de
quienes no somos tan altos.
Siguiendo con el
tema de las redes sociales, otro aspecto que no debe pasar por debajo de la
mesa, son las interacciones de Hoffs con sus fans y seguidores.
En mi caso, hasta
los momentos no he recibido comentario, retuit ni “corazoncito” de Susanna
Hoffs en alguna de mis publicaciones relacionadas con ella o menciones en
Twitter o Instagram que son las redes que más uso. Esto no me ha enojado, la
verdad, porque entiendo que ella ha de recibir muchas menciones al día y
ponerse a responder una a una sería una eternidad.
Sin embargo, sí he tenido
referencia de que Susanna Hoffs ha interactuado con su público en las redes
sociales.
Incluso, me atrevo a
asegurar que el trato de Hoffs hacia sus fans -dentro y fuera de las redes
sociales- ha sido y se ha mantenido impoluto porque hasta ahora jamás he leído
algo negativo. En lugar de esto, son reseñas que apuntan hacia cualidades positivas y hasta en defensa
de ella.
Por ejemplo, en conversaciones
con Christopher (@Christo40822057), quien es otra de las estupendas personas
que integra a la “Super Bangles Family”, he sabido que Susanna Hoffs es vegetariana y practica la fe judía.
Hubo un día en el
que yo bromeaba con él acerca de que Hoffs podría llegar a odiarme por el hecho
de que soy nada “veggie” y en mis menciones hacia ella hablo de magia y cosas
locas.
El argumento de
Christopher derrumbó de manera contundente dicha posibilidad: “Susanna Hoffs es muy respetuosa y no se ofende por las diferentes creencias”.
![]() |
Gracias a la imagen de la página de una revista que Christopher me compartió, me enteré que Susanna Hoffs es vegetariana así como de otros datos interesantes acerca de The Bangles. |
Y por otra parte,
exactamente con el tuit de Susanna Hoffs con el atuendo cargado de plumas, el
mismo Christopher lo había comentado con una foto en la que aparece la protagonista
de esta historia con un cigarrillo en la boca. Yo le respondí a Christopher con
un “consejo” dirigido a ella. “(…)
Please, don’t smoke”.
Posteriormente, fue
estupendo leer las respuestas: “¿Qué está mal con eso?”; “Es
solo un accesorio, así que cálmate, ¿de acuerdo?”, así como las
aclaratorias basadas en que Susanna Hoffs no
fuma, jamás ha fumado y en esa
foto ella estaba bromeando.
![]() |
Los fans de Susanna Hoffs no solo la defienden sino que también saben de ella. Eso los hace estupendos fans. |
Por otra parte,
imposible no mencionar otra de las distinciones que caracteriza a Susanna
Hoffs: su sensibilidad, la cual –en
conjunto con los demás aspectos expuestos- he percibido con mucha fuerza en dos
de las más recientes entrevistas que le han hecho.
Me refiero a la
realizada por Samantha Balaban para NPR (How Prince Worked His Magic On TheBangles' 'Manic Monday') y a la ya mencionada de Lori Majewski para SiriusXM.
En la primera, a
partir del contador en 6’13’’, cuando a Hoffs en un momento se le quiebra la
voz pero sigue adelante hasta varios segundos después cuando, inevitablemente, otro
quiebre evoluciona a llanto.
Y acerca de la
segunda entrevista, a un ritmo muy distinto a la anterior, sí, pero con una carga
emocional que hace alucinar y que se
pone de manifiesto también a través de su voz con un discurso fluido que en
varias oportunidades se entrecorta no solo con tartamudeos, palabras “en remix”
y risas, sino que además con tomas de aire por la boca que hacen sugerir a una honesta algarabía, de esas tipo casi
infantil.
En tal sentido, con
todo esto me atrevería a afirmar que Susanna Hoffs es una mujer que fusiona talento y profesionalismo con elevada calidad
humana.
Eso sí, tengo en
cuenta que Hoffs no es la única artista en el mundo con ese perfil; y mucho
menos he estado escribiendo acerca de ella presumiendo ser su fan número uno
porque, la verdad, no lo soy.
Realmente, no puedo
considerarme fan de Susanna Hoffs.
Y la razón de lo
anterior, puesto que con la palabra fan me recuerdo a mí, por ejemplo, en medio
de mucha gente gritando y coreando canciones en el primer concierto de Alanis
Morissette en Venezuela (1999) o, incluso, llorando desconsolada porque yo no
podía ir al concierto de Michael Jackson (1993), también en Venezuela, pero que
a la final fue suspendido. Y, por cierto, también lloré por eso.
Con Susanna Hoffs es
algo totalmente diferente; eso sí, superior y asentado en respeto y admiración.
Y no es que por
Morissette y Jackson (QEPD) no sintiera lo mismo; pero definitivamente con Susanna
Hoffs es otra cosa que me he osado a traducir como Efecto Hoffs.
¿Qué es el Efecto Hoffs?
Tal
y como lo expuse entre los primeros párrafos de esta publicación, el Efecto
Hoffs ha sido la denominación más idónea que concebí para entender y poder
explicar la sublime esencia de Susanna Hoffs que logró colarse en los 80s entre
mucho Punk Rock, sigue haciéndolo y va más allá de su belleza física,
performance y/o una estupenda voz.
Me
refiero a energía, a magia, a algo místico presente en las canciones de Susanna Hoffs que hace no solo engancharse a ellas desde
el primer momento sino que además lograr como infiltrarse en el alma y
permanecer allí en silencio, así como un pillo que se cuela entre las sombras
de la noche, pero que a la final, está allí y haciendo algo.
En
tal sentido –y desde terrenos de la objetividad- esto me hace citar una frase a
la que mi mamá hace referencia regularmente: "No es la cantidad sino la calidad".
Y
muestra de ello, es que en tan solo unos minutos hace más de 20 años, una de
las canciones de Susanna Hoffs marcó mi vida.
Yo
no sabía que era Susanna Hoffs. La verdad, no sabía nada de ella; ni su nombre,
mucho menos que existía y que había sido la compositora de esa canción que
hasta me hizo dudar de mi cordura en un momento.
Hace
apenas unos meses –en abril, específicamente- no solo tuve la oportunidad de
reencontrarme con esa canción y recordar cuánto la amo, sino que además descubrir
que quien la hizo posible ha hecho más canciones capaces de producir emociones y
sensaciones tan indescriptibles como aquella que escuché por primera vez a
mediados de los 90s.
Así,
pues, nace el Efecto Hoffs, el cual si ha sonado a Efecto Mozart es porque ciertamente lo de “efecto” surgió con la
idea al recordar los estudios que aseveran los diversos beneficios que produce
escuchar las piezas clásicas compuestas por Wolfgang Amadeus Mozart.
Estoy
consciente que eso parecería irracional, pero a la final no estoy comparando
las creaciones clásicas de Mozart con las canciones de Susanna Hoffs; y más
aún, porque –según me ha informado Ethan- a Hoffs le gusta trabajar con
co-compositores.
Concerniente
a eso último, es público y notorio. Basta con buscar alguna de las canciones de
Hoffs en Internet e ir hasta los créditos para ver que efectivamente su nombre
comparte línea con el de una o más personas.
Todo
esto derrumbaría mi teoría, incluso, tomando como referencia la canción que me
trajo hasta aquí. Pero no. Y la razón viene dada al hecho de que aunque Susanna
Hoffs no escribe sola sus canciones –lo que significaría una magia compartida-
y tampoco está claro si ella es la pionera de todas las letras, cada una de sus
canciones –incluyendo los covers- tienen algo supra especial.
Así,
pues, las piezas musicales de Hoffs
van más allá de ser éxitos y/o una más de esas “canciones bonitas” que conmueven
y/u otra “estupenda canción pegajosa”. Lo que ha hecho y sigue haciendo la californiana
con la música podría considerarse hasta como una experiencia mística.
Todo
ello, no solo lo he podido comprobar con mi caso particular sino que también
por los reviews en La Red expuestos
por usuarios de diversas partes del mundo y, más válido aún, por las respuestas
que recibí de varios familiares y amigos míos para sustentar esta publicación.
Pero
antes de referirme a eso, es momento de dar a conocer lo que inicialmente hizo
a mis dedos danzar sobre el teclado de mi laptop y hasta sobre las cuerdas de
mi guitarra.
Lo que me ha pasado con una de las canciones de Susanna Hoffs
Sin
lugar a dudas, la serie de acontecimientos enmarcados en desconcierto, emoción,
frustración y varios “no sé qué” que comencé a experimentar hace más de dos
décadas con una de las canciones de Susanna Hoffs, traen a mi memoria uno de
los extractos de la novela “Sobre Héroes Y Tumbas” del escritor argentino Ernesto Sabato.
Y
no es para menos.
En
párrafos anteriores no solo he revelado que yo no sabía de la existencia de Susanna
Hoffs, sino que además, la imaginé erróneamente, no me interesó saber quién era
y, mucho menos, pensé que podría llegar a verla algún día, pero por designios
de Dios, del destino, las estrellas –dependiendo a las creencias- desde una
noche de abril de este año, su nombre, imagen y voz no han dejado de estar
presentes –de manera especial- en mi vida.
I - El génesis
Escuché
esa canción por primera vez entre los años 1995 y 1996, mientras esperaba a mi
mamá en su carro.
Recuerdo
que fue una tarde de camino desde la oficina de mi mamá hacia nuestro hogar,
cuando hicimos parada en un tribunal porque ella debía hacer una diligencia
allí. Ella es abogada penalista.
En
esa época, ya yo solía dibujar cosas abstractas en un cuaderno especialmente
dedicado a “mi arte” y que siempre llevaba conmigo.
Ese
día -mientras yo hacía la espera en el carro- saqué el mencionado cuaderno, el
lápiz y me puse en lo mío.
En
medio de la acción, encendí la radio y seguí dibujando.
Pero
no pasó mucho tiempo para que yo detuviera mi lápiz, virara mi mirada a la
radio y quedara enganchada a ella.
Es
como si hubiera sido ayer.
~Orquestación
+ Voces~ –“Say my name sometimes to the rain”- fue lo que entendí porque mi
inglés estaba en niveles extremadamente básicos.
Subí
el volumen. Y ahí me quedé con los ojos cerrados tratando de seguirle la letra
a la canción, mientras su melodía, la voz y los tonos altos de la cantante, el
coro, el piano, los violines, las entradas de guitarra y el POMP-POMP de la
percusión estaban como estrangulándome el corazón.
La
canción llegó a su fin y apagué la radio.
Aposté
por ir rápidamente a las últimas páginas de mi cuaderno para escribir lo que me
había quedado de esa canción: “Close your
eyes keep me your hand darling” “Do you feel my heart piren”, más lo de
arriba.
Yo
quedé exhausta, como si acabara de terminar una sesión de patinaje en la calle.
Cerré el cuaderno con el lápiz adentro, coloqué mis manos sobre su cubierta, me
acomodé en el asiento del carro y me quedé viendo a la gente pasar, mientras reinaba
dentro de mí un “no sé qué” que podría traducirse como una intranquilidad
enorme.
Confieso
que algo similar me había pasado siendo muy niña con las obras clásicas ‘Canon’
de Johann Pachelbel y ‘Carmina Burana’ de Carl Orff, pero jamás yo había experimentado
algo tan sofocante, y menos con una pequeña canción que por intuición se
trataba de una canción de amor.
II - La odisea con “Close Your Eyes”
· Intentos fallidos
No
sé cuánto tiempo pasó, pero volví a la realidad cuando mi mamá abrió la puerta
del carro.
Y
así habrá estado mi cara, mi mirada, no lo sé, que mi mamá antes de encender el
carro se me quedó viendo y preguntó con tono de preocupación que qué me pasaba.
Realmente,
no me acuerdo qué le respondí a mi mamá; pero sí recuerdo que le oculté que yo
estaba así por una canción de la radio.
Y
eso que desde que tengo uso de razón no me ha gustado decir mentiras y siempre
he tenido la necesidad de contarle todo a mi mamá; sin embargo, en aquella
oportunidad opté por hacer de esa canción algo mío; como mi secreto. Tanto, que
ni a mi papá, quien era músico, le comenté de esto.
Durante el camino, la canción no dejaba de
retumbar en mi cabeza.
–Close your eyes keep me your hand darling / do
you feel my heart piren / narananananaraaaa naranananáaa / tururútutututúuuu /
turutururúuuu-
Y
mientras, yo ideaba la manera de hacerla sonar nuevamente.
No
tengo idea del porqué, pero lo cierto es que ubiqué a esa canción como un
clásico de los 60s o 70s. Supuse que era de The Carpenters, Abba u Olivia
Newton John; a alguien de esas décadas, pues. Y como si fuera poco, yo estaba
segura que el título de esa canción era “Close
Your Eyes”.
Por
ello, al llegar a casa, busqué entre los cassettes
y vinilos de música de los 60s y 70s de mis padres para ver si
entre ellos estaba “Close Your Eyes”. Nada. Ni rastros de esa canción.
Fue
frustrante, la verdad. Así que pensé en “una vía segura”: llamar a las emisoras
de radio para pedir la canción.
Eso
lo habré hecho dos o tres veces porque cuando yo pedía que, por favor, se
colocara la canción “Close Your Eyes”, inmediatamente la persona al otro lado
del teléfono me preguntaba con voz de confusión –¿Cuál?- seguido de la
interrogante -¿De quién?-.
Obviamente, yo quedaba en blanco porque no lo sabía.
Además,
en varias ocasiones, en idas a restaurantes o sitios nocturnos donde había grupos
de música de planta que interpretaban canciones retro, yo les hacía peticiones para
que tocaran la canción “Close Your Eyes”. Y tampoco.
Confieso
que llegué a pensar que la canción había sido producto de mi imaginación.
El
tiempo pasó.
· “Yo no estaba loca”
Un
día entre los años 1998 y 1999, yo estaba tratando de pescar en la radio a
‘Torn’, la canción interpretada por Natalie Imbruglia.
Sí,
tratando de pescar, con un cassette dentro del equipo de sonido esperando a que
yo presionara los botones Play y Rec en conjunto para lograr “la magia”:
Grabar la canción en él.
Yo
estaba en sintonía de la que era mi emisora de radio favorita en Maracay (LaMega Estación 96.5 FM). Y en mi espera por el temazo de la Imbruglia, cuando se
iniciaban canciones que muy poco me agradaban, yo movía el dial para escuchar
otra cosa.
En
una de esas, ¡BOOM! Lo inesperado:
Estaba sonando “Close Your Eyes” y de inmediato presioné Play y Rec.
Yo
no lo podía creer. La canción sí existía y –por ende- yo no estaba loca.
Evidentemente,
yo no había grabado la canción completa, pero ya estaba inmortalizada en un
cassette. ¡Qué alegría!
No
sé cuánto escuché la canción ese día porque hasta la regrabé varias veces en
otro cassette.
Además,
aposté por transcribir la canción como la “decodificaba mi inglés” con cosas
como “do you feel my heart piren” “Ema
only dreaming” “I believe ismins to be darling” “Awashuwen you aslipin” “Say ma
name sunshines to the rain nojo life sonlonly”. Sí, así de espantoso, lo sé.
Pero
ya no me importaba nada más. Logré tener la canción y se convirtió en la
principal de “mis conciertos” en el dormitorio y la sala de mi hogar.
Volvió
a pasar el tiempo.
· Cuando se reavivaron el afán y la frustración
Ya
yo en la universidad, mi fanatismo por Alanis Morissette había evolucionado a
niveles superiores, así como mi admiración por otros cantantes y bandas,
mientras “Close Your Eyes” yacía en esos cassettes que jamás volví a escuchar.
No
obstante, entre los primeros años del nuevo milenio, hubo un día en el que nos
reunimos varios amigos en la casa de uno de ellos. Y al rato, entre cambios de CDs, comenzó a sonar uno con canciones en inglés. Pasaron varios
temas y ¡BOOM! Sonó “Close Your Eyes”.
Recuerdo
que volteé hacia el equipo de sonido. Quizá hasta exclamé -¡Coño!.
Le
pregunté de inmediato a Giampiero Partipilo, mi amigo anfitrión de la velada,
que cuál CD era ese. Él se dirigió a su equipo de sonido conmigo, sacó el disco compacto y me lo mostró.
Ese
CD tenía escrito “Baladas Pop Rock”
y se trataba de un “quemadito” (uno de esos CDs piratas que se venden en la
calle).
Tiempo
después que fui al centro de la ciudad con mi mamá y recordé lo del CD, nos
detuvimos en uno de esos vendedores ambulantes de “quemaditos”. Le pregunté al
hombre si tenía uno que se llamara “Baladas Pop Rock”, él me dijo que sí,
compramos el CD y seguimos.
Ese
CD no incluía lista de canciones, así que en el camino a casa la inquietud
reinaba en mí.
Al
llegar, coloqué el CD en mi quipo de sonido, paseé por cada track y jamás sonó “Close
Your Eyes”. ¡Qué desgracia!
![]() |
A la final, el disco compacto no estaría nada mal porque aún lo conservo. Imagino que era otra edición del CD la que yo escuché en casa de Giampiero |
Siguió
pasando el tiempo. Y otra vez, no volví a saber de “Close Your Eyes”.
· Por poco se termina la odisea
Entre
los años 2009 y 2010, durante un viaje de trabajo en autobús y tras ver la
película “Crepúsculo” –también en versión “quemadito”, por cierto- uno de mis
compañeros colocó un DVD de vídeos musicales.
Comenzó
a rodar el disco, pero como siempre, hay gente que quiere hablar, a mí me gusta
hablar y, pues, para sumergirme en la conversación volteé mi cuerpo y dejé de
ver la pantalla ubicada al inicio del pasillo del autobús.
Al rato,
¡BOOM! “Close Your Eyes”.
Era
obvio. El vídeo de la canción. Pero no solo tuve que tragarme la emoción, sino
que además mantenerme atenta a lo que se estaba hablando porque era relacionado
con el trabajo. ¡Rayos!
Lo
único que pude ver –y que me quedó en la mente- fue un tono de sepia en la
pantalla.
Eso
sí, menos mal que el dueño del DVD era Israel Figueroa, amigo mío de aquel
empleo y a quien tuve la oportunidad de pedirle el favor que me copiara el
compacto.
A
los días, él me entregó el ejemplar. ¡Qué emoción!
Pero
hubo un detalle que me embargó de duda: En el disco vi el escrito “Videos
80s y 90s”.
-¿Eh? ¿Y los 60s y 70s dónde
están? ¿Será que Isra se equivocó?- Con algo así tuvo que haberse pronunciado mi
yo interior.
Cuando
él se fue de mi oficina y aunque yo estaba en medio de mi “show laboral”,
introduje el DVD en el ordenador para echarle un vistazo y en ninguno de los
títulos vi “Close Your Eyes”. ¡Qué desgracia!
![]() |
He conservado este DVD que Israel me regaló como si fuera una gema. Y ahora con mucha más razón, por supuesto |
Volvió
a pasar el tiempo. Y de nuevo, ni rastros de “Close Your Eyes”.
III - Es que no era “Close Your Eyes”
Una
década después –específicamente, entre los primeros días de abril de este año- estaba
yo en medio de la noche en uno de mis empleos online desde casa.
En
plena sesión, tuve que -urgentemente- activar una “mini sesión” de mi terapia
de música (de la cual estaré escribiendo en una próxima entrega).
Me
coloqué los auriculares de emoticón que me regaló mi mamá, abrí YouTube y lo
primero que me vino a la mente fue “if i could change the world”. Lo apunté en
la barra del search, pulsé la tecla enter, cliqué el resultado y lo puse a
rodar.
Volví
a una de mis ventanas de trabajo y ahí me quedé escuchando a Eric Clapton y a
las estupendas otras canciones que le siguieron.
No
recuerdo si era un playlist o por la magia de la reproducción automática activa,
pero lo cierto es que en medio de ese “festival de éxitos” ¡BOOM! Arrancó “Close Your Eyes”.
Sin
embrago, ese reencuentro con la canción no había sido como los anteriores.
La
música inició, pero no me percaté de nada hasta que escuché –“Close your eeeeyyyyyesss”-.
Pese
a que la canción rodaba con un flow
distinto, mi mano derecha dejó de sujetar al ratón; a la par, la izquierda se
levantó del teclado y me quedé por unos segundos mirando por encima de la
pantalla del ordenador, mientras volvía a sentir un "no sé qué" en mi
pecho que se extendió hasta mi cabeza e incluso darme deseos de llorar.
Aposté
por la mágica combinación de teclas alt +
tab. Y ahí estaba yo. ¡Por fin! Frente a la canción “Close Your Eyes” y de
quienes la habían hecho sonar.
Pero
no fue tan digerible el asunto; primero, porque vi que la canción no se llamaba
“Close Your Eyes” sino ‘Eternal Flame’; segundo, porque como yo juraba que se
trataba de The Carpenters, Abba, Olivia o, en fin, alguien de los 60s o 70s, al
yo ver a cuatro mujeres no pasadas de edad y con estilo moderno, pensé que se
trataba de un cover.
Así,
pues, escribí “close your eyes eternal
flame” en el buscador de YouTube. Resultado: “The Bangles – Eternal Flame”. Pinché y, efectivamente, era la canción que
me enganchó a mediados de los 90s.
No
obstante, pese al tono sepia que ya venía inmortalizado en mi memoria, pensé
que ese vídeo se trataba de una sátira con la canción porque –repito- en mi
mente se había ilustrado la imagen de gente de los 60s o 70s y jamás con algo
de los 80s. ¡Rayos! La estética del vídeo, el drama ochentero, los peinados.
¡¿Qué es esto?!
Era
momento de solicitarle ayuda a “mi gran amigo” Google.
Así
que abrí otra ventana.
En
la barra del explorador, apunté “eternal
flame the bangles” y tras pulsar la tecla enter, ¡BOOM! Sí, ese era
el grupo –del que yo no sabía de su existencia hasta ese momento- y la letra de
la canción.
Nuevamente
en YouTube, volví a ver el audiovisual
ochentero y le siguió el más colorido -con el que me había topado al principio-
que luego supe que fue de “Return to Bangleonia”, una presentación de The Bangles en los 2000s.
No
sé cuántas veces pinché replay
mientras las lágrimas me empapaban el rostro.
Así,
pues, es un hecho que esa noche de abril fue estupendísima.
Esa
noche de abril se convirtió en la atmósfera del final feliz de mi odisea, con
todo y cultura general incluida.
Esa
noche de abril me hizo recordar y confirmar lo mucho que amo a esa canción, a
la que por tantos años llamé “Close Your Eyes”.
Esa
noche de abril me regaló un mapa del tesoro hacia algo aún más maravilloso.
IV - La sublime esencia de Susanna Hoffs
· Primera impresión: “¡Es una Eternal Punk Girl!”
Durante
los días siguientes –obviamente- no dejé de escuchar ‘Eternal Flame’.
Apenas
me sentaba en el ordenador para laborar, yo abría YouTube y pinchaba play. Incluso, ya sin usar la barra del search porque entre los
vídeos de YouTube Mixes estaba entre
los primeros el de “Return to Bangleonia”.
![]() |
Al momento de escribir esta parte, así yacía mi pantalla de inicio en YouTube; no obstante, en la actualidad ya tengo mis propias playlist: una dedicada a Hoffs: Susanna Hoffs (Solo – The Bangles – Matthew Sweet – Prince) y otra a la banda: The Bangles “Return to Bangleonia” (Concierto completo y canción por canción) |
Al
terminar la canción –y yo no pinchara replay,
claro- le seguían otros temas de The Bangles; y ahí yo, en mis cosas, pero con
mis auriculares activos escuchando a esa banda que me enganchó, la verdad. Y
más, cuando yo hacía paréntesis para ver la escena y confirmar que yo seguía
con la misma gente (las roqueras de The
Bangles).
De
las canciones por las que pasé, me fascinaron ‘Ride The Ride’, ‘If She Knew That
She Wants’, ‘Manic Monday’, ‘I Will Take Care Of You’ y ‘Walk Like An Egyptian’,
lo cual me llevó a buscar las letras para estar más al corriente de estas “nuevas canciones” y no me pasara como
“Close Your Eyes”.
La
periodista que reina en mí no solo se limitó a seguir la letra mientras rodaba
el vídeo en la otra pestaña del explorador, sino que llegaba a los créditos de
las canciones para saber de quiénes son, cosa que –increíblemente- no había
hecho con ‘Eternal Flame’. ¡Qué horror!
Del
primer listado de canciones, me impresionó saber que ‘Manic Monday’ la había
compuesto Prince (Prince Rogers Nelson - QEPD). En el resto, vi nombres
desconocidos para mí. Solo me sonaban Susanna
Lee Hoffs y dos mujeres con el apellido Peterson en unas canciones porque
intuía que se trataba de las mismas integrantes de la banda que ya yo había
leído (Susanna Hoffs, Vicky Peterson y Debby Peterson).
No
obstante, yo no sabía quién era quién específicamente.
¿Y
qué de ‘Eternal Flame’?
Googleé la canción; y ahí, otra vez y
de primero, el nombre de Susanna Lee Hoffs, junto al de dos hombres (Thomas F.
Kelly y William E. Steinberg).
Pero,
¿quién es Susanna Lee Hoffs?
Nuevamente,
acudí a mi amigo Google y él me invitó a visitar a la sabia Wikipedia.
Efectivamente,
se trataba de una de las integrantes de The Bangles.
Pero
no me limité. Algo me decía que tenía que seguir indagando.
Y
entre otras lecturas, no solo me enteré que Susanna Lee Hoffs (Susanna Hoffs) fue quien compuso ‘Eternal Flame’,
es la precursora de The Bangles y es la que canta y toca la guitarra. Supe además que ella tiene más canciones
de su autoría, álbumes en solo y en colaboración, está en el piso 60 y continúa rocking.
¡Oh,
por Dios! ¡Qué crack es esta mujer! ¡Es una leyenda viva! ¡Es una Eternal Punk
Girl!
Pero ahí no quedó todo.
· Batalla entre lo místico vs lo racional
Lo
vivido este año con ‘Eternal Flame’ y el saber acerca de la existencia de Susanna
Hoffs y de The Bangles, definitivamente ha marcado un antes y un después en mi
vida.
Y lo
anterior, no solamente por aquel final
feliz en esa noche de abril o
porque he podido ir nutriendo “mi sabiduría” musical, sino por la cantidad de elementos
emocionales y experiencias que hasta para los menos escépticos parecerían
inverosímiles, incluso, desde el punto de vista como simples casualidades.
Por
ejemplo, aquel 4 de junio, cuando mientras en mis audífonos sonaba ‘Eternal
Flame’. Entré a Twitter y el timeline estaba –literalmente- minado de retuits
con los vídeos de dicha canción. Pensé, incluso, que se trataba del día de ese
tema.
Lo
especial en esto fue que lo que yo escuchaba era la versión en Demo de ‘Eternal Flame’ a través del canal
en YouTube “Susanna Hoffs Released & Unreleased Music”, también en una de
mis sesiones laborales.
Recuerdo
que por el intro no supe de inmediato
que era ‘Eternal Flame’, pero sí me paralizó porque el arreglo y orquestación
me hicieron evocar al estilo de mi papá (QEPD). Es como si él lo hubiera hecho.
Y
ni hablar del martes 09 de julio. Aquel día, por razones que no vienen al caso,
yo había decidido abandonar todo nuevamente: lo que me apasiona, incluyendo
esta publicación y todo lo relacionado. Abrí Twitter y quedó frente a mí un
tuit de Ethan con el extracto y nombre de una de las canciones de Hoffs que ya
yo había escuchado en el vídeo de la presentación en vivo en “Eddie’s Attic” del2012.
Por
mi inglés “edición limitada” y por el sonido en el audiovisual poco entendí la
letra, pero por la música de esa canción ya estaba entre mis favoritas.
Se
trataba de ‘Always Enough’.
Ethan
me compartió el link de esa canción en versión studio. Y al yo volver a estar frente
a mi laptop, busqué la letra. Con esa fusión de ir leyendo mientras sereproducía ‘Always Enough’, definitivamente, sentí como si Susanna Hoffs me estaba
hablando.
Obviamente,
tanto ese momento como el anterior fueron de lágrimas y sonrisas, pero el más
reciente, definitivamente, se ha ubicado en el sitial de honor entre los “más
perturbadores”.
Me
refiero al que se suscitó el 11 de agosto con la canción ‘Never My Love’.
Minutos
antes, yo había escrito el párrafo -para esta publicación- en el que yace
apuntado “(…) espero que no sean
resultado de una emoción pasajera que hasta me haga aburrirme de ella (…)”
–se lee completo más adelante- y me fui a la ventana de YouTube en la que tenía
rodando música de la protagonista de esta entrega.
Allí,
en la columna de vídeos sugeridos, vi uno con imagen de la presentación en “Eddie’s
Attic” y con un título de canción que yo no conocía. Así que pinché el vídeo; y
al poco rato de haber comenzado a sonar el tema, busqué la letra. ¡Santo
Cristo! Confieso que más que sonrisas y lágrimas, fueron risas y lágrimas. De
verdad que ya para mí era como demasiado.
Claro
está, no estoy enamorada de Susanna Hoffs ni con esa canción sentí que ella me
hablaba como en el caso anterior, pero no más con el inicio: “You ask me if
there'll come a time when I grow tired of you” (Me preguntas si llegará un momento en que me canse de ti), imaginé
algo como “No, Hoffs, no me cansaré de ti.
Jamás”. ~Risas~
Ahora
bien, continuando con esos episodios inquietantes, uno que no pude dejar por
fuera fue el que me hizo citar a Ernesto Sábato en párrafos anteriores.
Pasó
el 20 de junio. Yo estaba trabajando en esta publicación, exactamente, en una
de las primeras experiencias de vida con “la sublime esencia de Susanna Hoffs”.
Abrí un paréntesis, ingresé a Twitter y entre los posts, estaba el tuit de Verónica
Coello M. (@verocoellom) “Nada es
casualidad, todo es producto de la causalidad”, acompañado de una imagen
con extracto del texto de Sábato; y de éste, esta parte:
“(…) Cuántas veces en la vida me ha
sorprendido cómo, entre las multitudes de personas que existen en el mundo, nos
cruzamos con aquellas que, de alguna manera, poseían las tablas de nuestro
destino, como si hubiéramos pertenecido a una misma organización secreta, o a
los capítulos de un mismo libro”.
Totalmente
relacionado con lo expuesto mucho más adelante.
Un
caso similar al anterior, fue el 27 de julio cuando hice un break estando
frente a mi laptop, y en ella, el festival de archivos de Word y Bloc de Notas
que he ido creando para esta publicación.
Agarré
mi teléfono y abrí Twitter. Además de la mención de Léa (@LTaylorHaimACMK) indicándome
“Escuché mi música y adivina quién
apareció” (obviamente, ella se
refería a una canción de Susanna Hoffs), en el timelime me encontré con un tuit
de Patrick Hemming (@Littleelvis40) haciendo alusión a la canción ‘Torn’ de
Natalie Inbruglia, con todo e imagen del álbum.
Ambos
tuits me emocionaron, por supuesto.
Por
una parte, Léa me menciona con algo de Hoffs; y por la otra, Patrick
refiriéndose a ‘Torn’, aquella canción por la que supe que yo no estaba loca en mi odisea con “Close Your Eyes”.
Otra
anécdota que no podía faltar, es la que he considerado la más chiflada de todas
porque entra en el campo de la superstición y hasta del psicoanálisis. Pero es
muy significativa porque además está ligada a mi color favorito: el verde.
Empezó
el 3 de julio en horas de la mañana, cuando en Twitter publiqué “...estoy recordando que soñé que tuiteaba
algo como esto” (una composición de varios corazones verdes y en el centro
la palabra “GREEN” (VERDE)).
Al
rato, mi amiga de juventud, Daylins García (@DaylinsG) me respondió el tuit con
su publicación de aquel día en su InstaStory (una foto donde se dejan ver
árboles, montaña, vegetación).
Tiempo
después, la usuaria Ash Hensley (@RayleneH) publicó la imagen de una serie de
bajos Rickenbacker sobre un stand (los primeros seis, verdes).
Pero
ahí no quedó todo.
Más
tarde, entré a Instagram y me recibió la publicación de Susanna Hoffs de ese
día: Una foto de ella rodeada de vegetación (mucho verde). Sería, pues, la
tercera cosa con “a lot of green”.
Lo
anterior significaría el cierre con botón de oro. Pero no.
El
asunto se prolongó al día siguiente con el tuit de Jesús Tärre (@jesustarre)
acompañado de la imagen de una taza de café con el arte del Maestro Yoda de Star Wars (ubicada en un lugar al aire
libre donde se aprecia algo de vegetación y con verde como color predominante
en la vasija).
Dicho
tuit se lo dediqué a Ethan, claro, “my #JediMaster”. Luego, me percaté que se
trataría de la cuarta cosa con “mucho verde”.
Después,
el 5 de julio, el tuit de petterkidder (@petterkidder) junto con una foto de
The Bangles con varias plantas verdes, Hoffs con una bufanda verde, y, al
fondo, una puerta abierta donde se deja ver vegetación (más verde).
Como
si fuera poco, en horas de la madrugada del 6 de julio, pero ya me daba
vergüenza volver con lo de “mucho verde”, buscando cosas en mi teléfono me topé
con la imagen de lo que intuyo es la carátula de un CD de The Bangles, con el
escrito “Eternal Flame”.
Recuerdo
que ese arte (con mucho verde) yo lo había guardado en una de mis sesiones
cuando exploré La Red buscando el demo de ‘Eternal Flame’ en MP3 para descargarlo.
Ciertamente,
seguí –y sigo- viendo cosas “con mucho verde”, pero con lo de la carátula del
CD deduje que hasta ahí era el mensaje.
Confieso
que jamás imaginé que ese sueño y tuit del 3 de julio desencadenarían todas
estas cosas. Incluso, con lo de los bajos verdes, supe que eran Rickenbacker
por el comentario de Pablo Crudo (@PabloCrudo). Recuerdo que luego de leerlo,
busqué el tuit original, abrí la imagen y comprobé. ¡Uy qué miedo!
Y
finalmente, hay una muy reciente y –verdaderamente- impresionante anécdota: La
del 12 de agosto.
Estaba
yo frente a mi laptop continuando con este festival de párrafos, abrí un
paréntesis en Twitter y me dio la bienvenida una publicación con vídeo de
Susanna Hoffs, en la que ella aparece interpretando ‘Eternal Flame’ y el texto “I sang this at a dear friend’s birthday
celebration, but if anyone could use a little song about love, here you go”(canté esto en la celebración del
cumpleaños de un querido amigo, pero si alguien pudiera usar una pequeña
canción acerca del amor, aquí tienes).
Obviamente,
aluciné a niveles superiores; y no solamente por ‘Eternal Flame’, sino por eso
al final que ella escribió: “pequeña
canción acerca del amor”.
Quedé
atónita; con la boca abierta, literalmente.
Incluso,
escribiendo sobre esto, aún no me lo creo. “pequeña canción acerca del amor”.
Y
es que merece la pena recordar que en párrafos anteriores revelé que así yo
consideraba y me hizo intuir ‘Eternal Flame’ cuando la escuché por primera vez
y pensaba que se llamaba “Close Your Eyes”.
“Confieso que algo similar me había pasado
siendo muy niña con las obras clásicas ‘Canon’ de Johann Pachelbel y ‘Carmina
Burana’ de Carl Orff, pero jamás yo había experimentado algo tan sofocante, y
menos con una pequeña canción que
por intuición se trataba de una canción
de amor”.
Ese
párrafo -sin modificación alguna- ha estado redactado desde abril; y ha viajado
entre archivos de Word desde que yo tenía el plan de tan solo narrar mi historia
acerca del primer encuentro y reencuentros con 'Eternal Flame'.
![]() |
Cuando mermaron los efectos de aquella sacudida, lo que se me ocurrió fue buscar el párrafo, copiarlo y pegarlo en mi reply a Hoffs. Al rato volví e hice lo mismo, pero traducido en Inglés. |
Son
muchísimas anécdotas, la verdad, pero escribirlas todas sería una locura; y
más, porque todo lo anterior, en realidad, ha sido un después.
Esas
casualidades, esa magia, ya habían empezado a manifestarse desde antes; y no
estoy hablando de lo que me vino ocurriendo con ‘Eternal Flame’ desde los 90s.
Me
refiero a que a finales de marzo de
este año comencé a idear un proyecto que me sirviera como vía de escape, de
protección y a la vez de reconciliación con una de mis mayores pasiones.
Dicho
proyecto, incluía un blog y mi
reactivación en las redes sociales. En fin, sería mi propio espacio, mi bunker.
Pero
jamás imaginé que de esa atmósfera se forjaría un universo que me hiciera
volver a disfrutar de esa parte de mí que había dejado a un lado: a dejarme
sorprender con cosas que me hicieran alucinar, sonreír y hasta continuar creyendo.
Y
he comentado todo eso porque ha sido exactamente ese proyecto (este blog y mis
redes) el que fortaleció la presencia de Susanna Hoffs en mi vida después de esa noche de abril; y no solo para sumarle
experiencias alucinantes a mi historia, sino que además para hacerme comprender
cosas.
Bastaría
comenzando, por ejemplo, cuando yo estaba seleccionando cuál sería la primera
información que publicaría en este blog.
Me
topé y decanté con la fecha desde la que en HBO estaría disponible la 34ª
Ceremonia de Inducción al Salón de la
Fama del Rock and Roll. Y ¿a quién vi que estaba en el staff de
presentadores? Pues, a Susanna Hoffs, para inducir a The Zombies, grupo del que
yo tampoco sabía, por cierto.
Además,
con esto del Salón de la Fama, me tocó escuchar a Susanna Hoffs explicando cómose hizo fan de The Zombies: Con elementos
similares al caso mío con su canción (su mamá, el carro, su impresión), pero en
versión nada aparatosa ni tipo película con drama y suspenso.
Por
otra parte, imposible obviar los momentos en los que he estado recopilando mi
propio material (mis canciones grabadas y las que yacen en papel completas o en
ideas).
Entre
otras experiencias, me he dado cuenta que en varias de mis aventuras musicales,
esa canción a la que yo llamaba “Close Your Eyes” me había influenciado de
manera exorbitante.
He
hallado estructuras de letras y lentos, así como juegos de voces, entre otros
detalles que obviamente vienen de lo que se había apiñado en mí de esa balada. Tan evidente porque es muy poco
o nada presente de las que yo he considerado mis influencias musicales.
Me
refiero a la música que hizo mi papá
en los 70s, por ejemplo, que si bien
apunta hacia la onda de The Beatles y otros estilos que me encantan, casi nada
en lo que he hecho.
Al
igual que los Bee Gees o Bobby Vinton, por mi mamá; así como Alanis Morissette,
Michael Jackson, Whitney Houston, Queen, Nirvana, No Doubt, Limp Bizkit, Spice
Girls, Marilyn Manson, Pink, Avril Lavigne, Ace of Base, The Black Eyed Peas,
Pet Shop Boys y The Cranberries, entre muchísimos otros cantantes y grupos norteamericanos,
latinos, ibéricos, italianos y franceses.
Y
–obviamente- como si fuera poco, en lo que he ido descubriendo más acerca de la
trayectoria musical de Susanna
Hoffs, es definitivo que me he sentido identificada con sus estilos de
composición, presentación y narrativa.
Así,
pues, desde mediados de los 90s Susanna Hoffs ha sido mi referente musical sin yo saberlo.
En
tal sentido, me he preguntado: “¿Cuántos
cantautores, cantantes y/o arreglistas famosos o no habrán como yo en el mundo?”
Recuerdo
que una interrogante similar la planteé en la “Super Familia Bangles”, sí,
aquella de la que en párrafos anteriores he hecho referencia.
La
“Super Familia Bangles” -aunque no lo parezca- también forma parte de ese
tumulto de experiencias ligadas a la sublime esencia de Susanna Hoffs; y es, indudablemente,
otro de los elementos de suma importancia que le ha dado vida a esta historia.
El
14 de junio fui incluida en esta familia conformada por sabios y estupendos fans de The Bangles, gracias a la
antesala de otro de sus especiales miembros, Serge (@SergeVeilleux5).
Confieso
que me sentí súper honrada desde el primer momento, pero luego hasta vergüenza he
tenido por mi ignorancia acerca de temas concernientes a la banda y de la
propia Susanna Hoffs, en adición a otras agrupaciones e intérpretes de los 80s
de los que jamás yo había escuchado.
No
obstante, con amabilidad y simpatía esas personas me han ido nutriendo de
sabiduría; incluso, sin conocernos personalmente, hasta se han creado
estupendos lazos de amistad.
En
varias de nuestras conversaciones, ya sea en grupo o individual, es infaltable
aunque sea una foto, un vídeo, un dato, una memoria que en conjunto se han
convertido en pruebas que han ido sustentando mi premisa y, por ende, en musas
para continuar en esta aventura.
Aunque
debo confesar que en varias oportunidades dudé en poner toda esta historia de
manifiesto. –“¿Dónde quedaría mi
objetividad como periodista?”- me pregunté a mí misma.
Y
como si fuera poco, la cantidad de experiencias de vida e informaciones acerca
de Susanna Hoffs y de The Bangles que no han cesado de posarse frente a mis
ojos. –“Voy a terminar escribiendo libro”-
le comenté a mi mamá y a varias personas de mi entorno mientras estuve en el
proceso de creación de esta publicación.
Incluso,
en los últimos días que dediqué a la depuración/actualización/redacción de
textos, titubeé en iniciar sesión en Twitter, Instagram y/o YouTube por
“pánico” a toparme con algo nuevo que llegara a inquietarme y/o a modificar
contenido.
![]() |
Algunas de las publicaciones que se posaron frente a mí cuando yo iniciaba sesión en las redes sociales durante mis momentos de redacción. |
Pero
para darle el “toque lógico” a este asunto, desde junio hasta hace unos días aposté
por hacer una pequeña e informal encuesta
a familiares y amigos acerca de The Bangles y ‘Eternal Flame’ porque yo no
podía creer que jamás supe del grupo y mi caos con el nombre de la canción.
Las
preguntas fueron: ¿Te suena el grupo The
Bangles? ¿Te suena esta canción? (Aquí, entraba yo cantando “Close
your eyes / Give me your hand, darling…”) ¿Sabes quién cantaba esta canción?
Mi
población de estudio estuvo conformada por personas contemporáneas conmigo y con
gustos musicales similares a los míos.
De
nueve encuestados, solo uno (Richard Silva) recordó haber sabido de The Bangles
y que la canción se llama ‘Eternal Flame’; mientras que los otros ocho sí habían escuchado la canción –respondiendo hasta de manera
efusiva “¡Claro!” y/o “¡Por supuesto!”- pero sin la más remota idea de cómo se llama ni quiénes la cantaban.
En
el caso de José Manuel Gómez, con quien luego me quedé hablando acerca del
grupo y de otras de sus canciones, le sonaron las de ‘Manic Monday’ y ‘Walk
Like An Egyptian’.
Entre
las respuestas más curiosas, imposible no mencionar a María M. Castillo, así
como a Juan Giraldo y Humberto Salmaso, con ¿Sabes
quién cantaba esta canción?. Estos tres encuestados estaban casi seguros
que era “Michael Jackson”.
Por
otra parte, Gerardo Rojas. Cuando le canté el extracto de ‘Eternal Flame’ para
la interrogante ¿Te suena esta canción?,
él –sonriendo- me mostró su brazo con la piel erizada.
Pero
mi estudio no quedó ahí.
A
la par, aposté por la sabiduría musical del cantante venezolano Emiro Delgado,
quien si bien es cierto nació mucho antes de los 80s, él hizo vida musical en
esa época como voz líder del grupo Pentágono.
A
Emiro le hice las mismas preguntas.
Él
sí que estaba al tanto de todo, incluso acerca del nivel de fama de la banda. Se
refirió a ‘Eternal Flame’ como “una
balada preciosa” y me hizo alusión –con todo y tarareo- a ‘Walk Like An Egyptian’,
indicándome que se trató de un tema que la banda pegó mucho también.
El
resultado de esto, un respiro para mí.
No
soy la única persona en el mundo que no sabía de la existencia de The Bangles
ni estaba al corriente de los datos de ‘Eternal Flame’. Además, la respuesta de
Gerardo, en adición a lo que he leído de otros usuarios en Internet, me dejó
claro que tampoco soy la única persona en el mundo que alucina con esa canción
de Susanna Hoffs.
Y
la conversación con Emiro me hizo entender que definitivamente yo no podía
haber sabido de The Bangles porque no era mi época. En los 80s, yo era muy niña;
y en los 90s, mis gustos musicales ya tenían “nombre y apellido”.
No
obstante, y pese a que mis grados de escepticismo son casi nulos, me vi en la
obligación de seguir apostando por lo racional, por lo lógico, ya que hasta he
llegado a sentirme como “rata de laboratorio”, sospechando que todo se ha
tratado de uno de esos macabros phyco
juegos y, en adición, a que yo le podría estar dando crédito a la edad mental
de 13 a 16 años que me determinó un test en Internet.
Así,
pues, “esas casualidades” en las redes sociales podrían ser simplemente producto
del tema de los algoritmos, por ejemplo, o por mis grados de emotividad; aunque
con lo de la versión en Demo de ‘Eternal Flame’, se la puse a escuchar a mi
hermano y también la relacionó con el estilo de mi papá.
Pero
peor aún sería que de todas “esas casualidades” me hayan aportado informaciones
no ciertas acerca de Susanna Hoffs y de The Bangles. Y lo más lamentable, que
ese perfil de Hoffs que me han sugerido “esas casualidades” y mi intuición esté totalmente
alejado de la realidad.
Me
refiero, por ejemplo, a que en esa entrevista en la que a ella se le quebró la
voz hasta llegar a llorar, haya sido un guión leído y/o que sus ocurrencias en
Twitter e Instagram son preparadas por profesionales en Social Media.
Pero
a la final, he decidido creer para honrar
y agradecer.
He
decidido mantenerme atenta a ese dictado de mi corazón que me ha empujado a continuar
y a preguntarme a mí misma: ¿Cuántas
personas famosas o no habrán como yo en el mundo que han o están experimentado
cosas como éstas en cualquier campo del arte u otras áreas y no las ponen de
manifiesto por vergüenza o temor a que los crean locos?
V - “Honor a quien honor merece”
Seguramente, para
los fans de The Bangles ha sido injusto que yo le esté dando todo el crédito a Susanna Hoffs
porque, claro está, el ‘Eternal Flame’ que me enganchó en los 90s fue con ella
como integrante de la banda.
Pero
a la final, Hoffs no solo fue quien interpretó y compuso esa canción; ella fue quien
colocó la primera semilla para que The Bangles existiera: Aquel anuncio que
ella diseñó para convocar aspirantes a formar una banda.
Insisto,
¿cómo no creer en la existencia del
Efecto Hoffs?
Así,
pues, aunque son una en un millón las posibilidades de que Susanna Hoffs lea estas
líneas, ésta sería otra de las maneras de expresarle lo agradecida que estoy por
esa canción que me ha hecho alucinar por tantos años, así como por el resto de
cosas que ha hecho con la música y todas esas vivencias de las cuales espero
que no sean resultado de una emoción pasajera que hasta me haga aburrirme de
ella, sino que efectivamente sea una magia que se mantenga encendida como Llama Eterna.
Imágenes en este artículo
Collages: Hechos por mí a partir de capturas de pantalla e imágenes descargadas del sitio
oficial de The Bangles, de Susanna Hoffs, así como compartidas por usuarios y
webs.
Fotos
de encuestados hechas por mí: Emiro Delgado, José Manuel Gomes, Humberto
Salmaso y Juan Giraldo.
Fotos
de encuestados enviadas por ellos: Lilian Gruber y Adairis Antunez.
Fotos
de encuestados descargadas de sus cuentas en Instagram: Mayra Cerró, María M.
Castillo y Richard Silva.
Foto
de encuestado descargada de su cuenta en Facebook: Gerardo Alberto Rojas.
Ohh, menudo post!!! Mi primer contacto con Susanna Hoffs es del tipo de esos "¿que estabas haciendo cuando atacaron las torres gemelas? sería 1986 una estúpida canción pegadiza sonaba en una pantalla de video y de pronto tchas!!! aparecieron esos ojos de gacela y su medio sonrisa pícara.Tenía mi atención siempre que lo veía, pero Bangles no era el tipo de música que me interesaba, así que le fuí perdiendo la pista.
ResponderBorrarConocía sus canciones pero no era de las que llevaba en mi MP3.
Pero este mes de abril, ella volvió. En recomendaciones de youtube, una versión de Manic Monday por el cantante de Green Day, y allí estaba Susanna, pizpireta tocando la guitarra.
Al final del video, ella sonrie tímida. Joder!! esa sonrisa
Estuve toda aquella tarde oyendo sus canciones, media confinación viendo fotos de sus ojos y leyendo sobre ella.
Y llegué a tu post. El efecto Hoff.
Sonando Who will be she. De su disco no publicado
https://youtu.be/cO8C0-Fzkqg
Oh, J!!!
BorrarInfinitas gracias por tu comentario, en el que has compartido tu estupenda experiencia!!!
...y, pues, todo indica que la magia de Susanna Hoffs sucede en abril.
Muy agradecida además por la canción que has mencionado al final y dejado el link. No la había escuchado y me ha enganchado. Gracias a ti, ahora está en mi Hoffs' playlist.
...te envío un fortísimo abrazo!!!
Hola. El efecto Hoffs fue bastante fuerte xd. Me ha sorprendido mucho la señora Hoffs, nunca había visto a nadie que disfrute tanto haciendo lo que le gusta y con tanta humildad. Actuaciones en pequeños clubs, siempre con una sonrisa...
BorrarEse disco no publicado del 94 es una prueba de como las discográficas las llevaron por un camino que las perjudicó.
Me parece que hubiese sido un disco muy honesto y algo menos sobreproducido que lo que la compañia esperaba de ella. Ella es una rockera. "Ghost of his smile" es una de mis favoritas. Las guitarras de Sparklehorse suenan tremendas.
https://youtu.be/cqNABc6eOU0
Más canciones de ese disco
https://youtu.be/Po0LvMYwo3g
Hey, J!!!
Borrar...qué estupendo lo que has escrito acerca de Susanna Hoffs ...porque aunque jamás he estado frente a ella y aún estoy en nivel amateur acerca de su historia, realmente Hoffs transmite un algo muy especial con uno de los valores fundamentales que muchos ya ni toman en cuenta: la humildad ...esto, en adición a su distintiva identidad como músico -en mi opinión, muy honesta, con alma y corazón- entre otras cosas, es lo que me ha enganchado a ella -y mantenido así- desde que supe de su existencia.
...nuevamente, infinitas gracias ...esta vez, por tus apuntes y los links que me has compartido.
...con respecto a lo último, haré lo mismo con el de un playlist que he ido nutriendo con lo que me aparece/entero/comparten de ella, incluyendo -creo que todos- los tracks de su maravilloso álbum Someday
https://www.youtube.com/playlist?list=PLeykBF69B5jIJqih_BgOe8Qct9AlIdCLl
...espero te guste!!!
...te envío un fortísimo abrazo!!!
Ah, es un placer hablar sobre la señora Hoffs (también sobre Bangles). Ya me he suscrito, y sin duda le echaré un vistazo, hay cosas que creo que no he oido. Casi todo lo que ella hace me parece que si no entra a la primera en una segunda escucha tiene su punto.
ResponderBorrarUn par de canciones que creo que no he visto en tu lista.
Talkin' in my sleep y All I've Got To Do
https://youtu.be/CkRMkwHdxYM
https://youtu.be/1knXJiTQX_M
...oh, a mí también me encanta hablar acerca de Susanna Hoffs, J!!! ...e infinitas gracias por haberte suscrito (por si ha sido a mi canal ...si no, pues, también).
Borrar...y hablando de suscripciones, hay un estupendo canal en YouTube que tiene valioso material de ella "Susanna Hoffs Released & Unreleased Music" (https://www.youtube.com/channel/UCsIIoV4pASyfcjypbKCQu6g) ...te lo recomiendo.
...acerca de "Casi todo lo que ella hace me parece que si no entra a la primera en una segunda escucha tiene su punto", en mi caso no sé qué no me ha enganchado a la primera. Incluso, me has hecho recordar cuando escuché por primera vez su cover de I Don't Know Why (https://www.youtube.com/watch?v=HmaAhLJtQ-Y&list=PLeykBF69B5jIJqih_BgOe8Qct9AlIdCLl&index=3) ...en mi opinión -con cascos puestos y ojos cerrados- es un nivel elevadísimo. Qué bello!!! OMG!!!
...y con respecto al par de canciones que me has compartido, infinitas gracias!!!
...a Talkin' In My Sleep, no la había escuchado antes ...pero a All I've Got To Do, sí. Lo que no recuerdo es si está colada entre uno de esos videos de presentaciones en vivo de Hoffs o en Deezer.
...pero gracias a ti, ambas ya están en mi playlist de YouTube.
...muy agradecida contigo, la verdad!!!
Fortísimo abrazo, J!!!
Hola otra vez.
ResponderBorrarEn realidad yo tampoco conocía casi nada de su material hasta hace unos meses. Ya dije que hice una busqueda sobre su trabajo y cada vez me parecía más interesante. ¿como esta mujer no ha tenido más éxito? Probablemente al tener una voz tan particular, no sea del gusto de todo el mundo... Luego, es alucinante la cantidad de cosas en la que ha estado involucrada. Ese "me gusta hacer cosas" de su pagina web es realmente cierto.
Ese disco homenaje al movimiento "PAISLEY UNDERGROUND" del que formaron parte The Bangles me parece muy interesante. Está claro que Prince tuvo una gran influencia sobre The Bangles, pero el efecto HOFFS y el sonido Paisley Underground sobre Prince también tuvo cierta repercusión.
La versión de Talkin' in my sleep supera con mucho a la original de Rain Parade.
Por cierto aquí puedes ver a Susanna entre el público de un concierto de los propios Rain Parade. En el 2,15 y en el 3,39. Lo vi en un foro dentro de un analisis sobre el disco.
https://youtu.be/FzY3YoUFWtE
...súper saludo, J!!! ...deseando que estés bien!!!
Borrar...me disculpo por estarte contestando hasta ahora!!!
...nuevamente, estupendos apuntes con link incluido ...infinitas gracias!!!
...totalmente válido lo que has expuesto.
Me he preguntado lo mismo acerca del porqué Susanna Hoffs no tiene un reconocimiento superior en el mundo de la música.
Y me pasa igual que a ti cuando me encuentro con algo "nuevo", es alucinante. Por ejemplo, la canción que me compartiste, Who Will She Be ...aún no lo supero ...wOW!!!
...concerniente a su voz ...es un hecho que Susanna Hoffs no tiene una de esas tipo "LA VOZ"; te hablo de Whitney Houston, por ejemplo, o Mariah Carey, Amy Lee, entre muchas otras ...pero en mi opinión y como lo he expuesto en varias de mis conversaciones: Hoffs no se limita a cantar y ya está ...en cambio, Susanna Hoffs interpreta ...y lo más valioso de su don, magia, esencia, como lo quieras llamar, es que, incluso, sin necesidad de drama escénico, lo que sale de su boca toca al corazón.
...lo anterior, realmente no sé cómo explicarlo con la palabra escrita
...pero fíjate. Al escuchar una canción interpretada por Susanna Hoffs, no solo es su voz, o no solo es la letra de la canción (aunque sea cover), o no solo es la música, o no solo es la orquestación y/o arreglo ...que es lo que en muchas ocasiones me pasa cuando escucho equis canciones.
...por ejemplo, que de una canción no me gusta o me da igual la letra, pero sí me engancha la música ...o en casos que la voz del cantante no me engancha, pero sí que se trata de una buena canción.
...con Susanna Hoffs se disfruta de la pieza completa.
Es como una bola tipo la de Dragon Ball ...you know
Ella, moldeando/cargando entre sus manos la bola de luz y BOOM!!!: la lanza ...y ahí viene todo en conjunto.
..."lo bueno" de todo esto, si supieras, es que somos como privilegiados.
Disfrutar lo que hace Susanna Hoffs de manera más cercana ...bueno, eso es lo que ella me inspira.
...acerca del álbum homenaje a Paisley Underground, voy a buscarlo para disfrutarlo completo.
...y bueno, por los momentos me despido.
...me encantan tus líneas, la verdad!!!
...infinitas gracias por ellas, e incluso por ser eco del Efecto Hoffs!!!
...voy a echarle un vistazo al link que me has compartido.
...fortísimo abrazote!!!