Te
doy la bienvenida a este espacio dedicado a mi música y a la de muchos otros que
admiro.
Te hablo de canciones, memorias, actualidad, datos y reseñas interesantes, así como entregas especiales.
Lo que he hecho con la música ha sido producto de lo que me ha dictado mi corazón. Quizá ha sido eso lo que ha puesto a mis dedos en los trastes correctos de mi guitarra y/o las teclas de mi piano -luego teclado- así como empujarme a materializar esto que debí hacer hace mucho tiempo.
Lo que he hecho con la música ha sido producto de lo que me ha dictado mi corazón. Quizá ha sido eso lo que ha puesto a mis dedos en los trastes correctos de mi guitarra y/o las teclas de mi piano -luego teclado- así como empujarme a materializar esto que debí hacer hace mucho tiempo.
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Fotos: Digna Espinoza de Vitanza (mi mamá) |
Pero
¿qué la hace tan especial?
En
adición a que "la música es un
lenguaje universal”, ella es capaz de tocar mente, alma y corazón de manera
simultánea; incluso, hasta el punto de activar al resto de los sentidos.
Yo,
por ejemplo, he experimentado escuchar
música –y cerrando los ojos- me he trasladado a épocas o episodios
puntuales de vida, en los que he evocado olores, sabores, imágenes y hasta
contactos físicos. ¿Te ha pasado?
Ahora
bien, estés o no en el grupo de los apasionados
por la música, sí que es muy posible que puedas afirmar que has estado
escuchando música desde que tienes uso de razón. Pero, y ¿antes de eso?
En lo
que respecta a mí, mi madre me ha narrado que cuando yo era bebé, ella junto a
mi padre le daban play a un cassette / cinta del pianista francés Richard Clayderman para dormirme.
Y
como si fuera poco, mi realidad, es que nací y crecí en familia de músicos.
Comenzando
por mi abuelo, Manuel “Mañito”
Espinoza, pianista, primer director de la Orquesta “Los Melódicos” de Renato
Capriles, fundador de "Mañito y
su orquesta" e hijo del también músico, el maestro español Manuel “Maño” Espinoza, de quien –según
una reseña de prensa- fue el pionero en Venezuela
con la primera orquesta dirigida de jazz
e hizo vida artística en Panamá,
incluso, fundando en aquel país una banda con profesores de música, entre otras cosas.
Por
otra parte, mi padre, Gastón
Vitanza, cantautor, músico arreglista, ejecutante de piano, bajo, guitarra,
fundador del grupo de rock “Fuerte Decisión” e integrante y
colaborador de otras agrupaciones.
En el
caso de mi madre, Digna Espinoza,
quien si bien es abogada penalista, tiene en su haber varios reconocimientos
por interpretar canciones en el concurso de canto de su gremio “La Voz del Abogado”.
Y
además, tíos y primos músicos.
En
fin, he estado en contacto con la música desde que yacía en los testículos de
mi papá; y cuando pasé al cuerpo de mi mamá, pues, la carga genética musical
hizo lo propio.
Desde
niña, he estado en corales, como, Las
Voces Blancas del Colegio del Estado Aragua, las corales del Instituto Agustiniano “Madre María” y
del Instituto Los Próceres. En este último, verdaderamente estuve muy poco
porque los ensayos –sábados en la mañana- coincidían con los de la Banda Show del instituto y preferí
pasar a ejecutar algún instrumento (el granadero, por cierto).
Y
finalmente, tuve la oportunidad de estar en el coro de la Escuela de Música Federico Villena,
pero por compromisos de mi profesión (Periodismo), tuve que abandonar a los
pocos meses.
Concerniente
a los instrumentos musicales. Por origen, he estado ligada al piano, pero al pisar la adolescencia mi
atención se viró hacia otro de los más maravillosos instrumentos de cuerda:
la guitarra. Sin obviar mi incursión
con instrumentos de viento, como, la flauta,
la armónica y la kena del Perú.
A
todos, los he venido ejecutando por oído; y te confieso que no ha sido por
descuido o por flojera de no querer aprender
a leer y escribir música. El asunto es como un toque de dislexia que tengo en
este campo.
Así
que cuando tengo que escribir mi música,
he apostado a códigos propios que con el paso del tiempo he ido armando, para
apuntar las melodías, codas y demás particularidades de un tema.
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Lo que para mí es la partitura de una de las partes de mi Rapsodia. |
Trayectoria musical
He estado componiendo canciones en inglés y en español desde los primero años del 2000. Dos de ellas, de corte social y transmitidas en emisoras de radio ("Rostro Tricolor" y "Periodismo, Justicia y Libertad").
Aparte de presentaciones con las corales y banda show expuestas en párrafos anteriores, así como entre familia y amigos, tuve una participación especial en el programa de concurso de canto Fama, Sudor y Lágrimas que se transmitía por las pantallas del canal de televisión venezolano RCTV (Radio Caracas Televisión). Eso fue en el año 2007.
Ahí, la canción de mi autoría "Un canto a RCTV", interpretada por dos de los participantes, mientras que yo salía en escena al momento de declamar al inicio y final del tema.
Antes de esa experiencia, en 2006, participé en el casting para Latin American Idol. Pero no llegué a mucho. Durante la primera fase de casting fui eliminada. Esa edición la ganó mi coterránea Mayré Martínez.
En el año 2008, en la ciudad de Maturín (Edo. Monagas - Venezuela), compuse un tema musical para el periódico "El Sol de Maturín", el cual fue utilizado para las cuñas radiales, promociones y eventos corporativos del diario.
Y hablando de cuñas para radio, entre los primeros años de este milenio, grabé junto a mi padre un jingle para la marca "Jugos y Lácteos Yaracuy".
Y hablando de cuñas para radio, entre los primeros años de este milenio, grabé junto a mi padre un jingle para la marca "Jugos y Lácteos Yaracuy".
En febrero de 2018, en el Concurso "Canta en Francés" presenté a "Ma maman", canción de mi autoría en francés inspirada en mi mamá y en la que fusioné la rumba flamenca con pop.
Ese mismo año, publiqué en YouTube a "Emily Byrne", otra canción de mi autoría inspirada en el personaje principal de la serie televisiva Absentia.
En la actualidad, me encuentro desempolvando mi música (grabada y aún en papel) para compartirla.
Mientras tanto, en mi canal de YouTube he estado colocando las ya piezas de vieja data pero que ya estaban digitalizadas.
Mientras tanto, en mi canal de YouTube he estado colocando las ya piezas de vieja data pero que ya estaban digitalizadas.
Bueno,
ya esto va muy largo.
Es momento de despedirme por un rato, pero no sin antes
expresarte las infinitas gracias por leer este festival de párrafos y deseando
que nos sigamos encontrando por aquí, así como por mi canal en YouTube y redes sociales.
Fortísimo
abrazo!!! :)
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